El hecho de que un tequila esté hecho con el corazón -como el nuestro- puede parecer una linda metáfora, pero su significado va mucho más allá. En este blog, te contaremos por qué Tequila Pa’Dentro está hecho, literalmente, con el corazón.
Antes que nada, es importante hablarte de la destilación y, para hacerlo, abordaremos brevemente algunos términos científicos.
La destilación es un proceso por el que se aíslan los distintos elementos volátiles que existen en una solución; el chiste está en que los elementos, al ser diversos, tienen diferente volatilidad y se vaporizan, por lo tanto, a distintas temperaturas. Dichos vapores se convierten de nuevo a su estado líquido a través de la condensación, recuperando así la parte que nos interesa de ellos; en el caso del tequila, un líquido con contenido alcohólico, dotado de un balance perfecto entre componentes químicos que le dan su característico sabor.
Para conocer un poco más sobre este proceso químico que hace posible que tengamos un caballito de tequila en nuestra barra, nos remontaremos a su historia.
La destilación nació allá por el año 3000 a.C. en medio oriente. En un principio, este procedimiento era empleado para obtener perfumes y agua destilada. Posteriormente, la destilación alcohólica ganó popularidad al ser aprovechada con fines médicos. A los primeros destilados alcohólicos de frutas o semillas se les llamó “aqua vitae”, lo que quiere decir “agua de vida”, por sus propiedades curativas.
Con el tiempo, la gente se dio cuenta de que, si tal remedio era tan bueno, podía consumirse en cualquier ocasión y no únicamente cuando se estuviera enfermo. De este modo, nacieron los primeros licores de Europa como el brandy y el whisky.
Hoy sabemos que el tequila, además de contar con propiedades médicas, puede curar el mal de amores, pues está hecho con el corazón. Así, volvemos a la cuestión principal de nuestro blog.
Producir nuestro tequila es una historia de amor que comienza con el incansable trabajo del jimador, quien se levantó temprano durante casi 11 años, hasta que las piñas de los agaves maduraron y seleccionó sólo las mejores para producir el tequila que estás bebiendo.
Después de la cosecha, las piñas se llevan a las industrias tequileras, donde se cocen en los hornos durante 36 o 48 horas y se realiza la molienda para extraer el jugo de la piña cocida que, posteriormente, se fermenta para obtener el mosto.
Llegados a este punto, se lleva a cabo la destilación, proceso que ya hemos explicado y que es el principal responsable de que el tequila se haga con el corazón.
Esta operación se realiza de forma tradicional en alambique y, en el caso del tequila de Pa’Dentro, desde la primera destilación, se lleva a cabo el corte de cabezas y colas para dejar únicamente el corazón del tequila.
Las cabezas son los alcoholes más volátiles y otros químicos tóxicos como acetaldehídos, cuyo punto de ebullición es menor. Una vez separadas las cabezas mediante la destilación,
se toma el corazón, que contiene el alcohol potable o etanol y los compuestos que le dan al tequila su sabor. A partir de los 10 grados, se considera que son colas, las cuales también se cortan o separan, pues contienen el resto de alcoholes y compuestos químicos no deseados que tienen un punto de ebullición más alto. Y, entonces, queda solamente el corazón, la materia prima de nuestro tequila.
En Pa’Dentro, nuestro tequila está hecho 100% a partir del corazón, lo que lo vuelve de una excelente calidad y le da ese sabor que tanto te gusta. Por eso, para enamorarse o sanar el mal de amores, Pa’Dentro es el mejor remedio.